miércoles, 7 de octubre de 2009

LA ABUELINA (ASI LA LLAMA SAMUEL)



Cada mañana despues de dejar al niño en la cásita y de hacer las cosas en mi casa, sobre las 12 o así, iba a ver a la abuela por si necesitaba algo o quería que la ayudara a limpiar alguna cosa.



Siempre me la encontraba en el mismo sitio, en su sillita de la cocina, empezaba ha hacer la comida cuando se levantaba por si acaso no la daba tiempo para cuando llegara su nieto a comer. Borja iba todos los días a comer con ella, para que no comiera sola, y así se animaba a cocinar y se sentía útil.



Todos los Lunes ponía cocido, y daba gusto pasar por la calle por el olor que desprendía aquella ventana, todo el mundo que pasaba la decía: ¡como huele toda la calle a cocido, huele que alimenta¡ ella siempre respondía lo mismo, ¡pues ya sabes si quieres un poco, siempre me sobra algún platito¡. Hacia cocido para medio pueblo, siempre me guardaba un "taper" para que se llevará mi marido para el día siguiente, ella estaba pendiente de todos.



Si algún día por lo que fuera no me daba tiempo a pasar a verla, no tardaba en llamar, para a ver que me pasaba, ¡abuela, no pasa nada no me ha dado tiempo, luego pasa cuando pase a la plaza¡ - vale hija pensaba que pasaba algo, me respondía.



Todavía paso por su puerta y parece que la veo sentada en aquella piedra, que duro es pasar por aquella puerta y no verla. Como se podrá echar tanto de menos a alguien, y sobre todo a ella, siempre rodeada de gente, nunca estaba sola, si no iba uno iba el otro. Todos sabíamos que algún día se iría,pero parece que nunca va a llegar el día de que un ser tan querido se marche. Yo nunca me imaginaba una vida sin mi abuela.



Todas las navidades el día 24 nos juntábamos en su casa, y todos los años nos decía lo mismo,- "este es el ultimo año", siempre la decíamos que se callara que no dijera eso.

Nos juntábamos alrededor de unos veintitantos "una locura" el una que venia borracho, el otro que venia contento, los niños chillando, uno que llegaba tarde, el otro que yo ya empiezo a cenar que tengo mucha hambre...ya no sera lo mismo.



Lo mejor de todo ha sido estos últimos años,cuando todos sus nietos hemos empezado a tener hijos, el día de reyes en la cabalgata nos preparaba chocolate con roscón y allí estábamos todos viendo la cabalgata con nuestro vasito de chocolate tan calentito. Después ella con toda su ilusión había escrito las carta a los reyes para que todos sus bisnietos tuvieran algún regalito, y se ponía tan contenta al ver a los niños allí en su casa abriendo los regalos que con gran esfuerzo y sacrificio había encargado para ellos.



Yo siempre me metía un poco "bueno bastante con ella, ¡abuela como tienes la casa de trastos, el día que te mueras vamos a necesitar 10 contenedores para tirar todo lo que guardas¡

Siempre que iba a limpiar se ponía mala, la tiraba todo lo que me daba la gana y ella hurgaba en la bolsa y decía- como vas a tirar esto, que esto vale. Todo la valía, pero yo todo se lo tiraba.

Mis primas Marta y María, la ultima limpieza que la hice me regañaron, la había tirado su batíta azul, ¡si la batíta azul que ya no tenia botones y estaba llena de enganchónes, si la bata que solo tenia 30 años, sin no eran más¡ Yo siempre las decía que para que la querían, que si la iban a mortajar con la batíta azul. Pues se la tiré y punto.



Me tiraría hablando la vida de ella, que mujer , cuando la queríamos todos y que vacío tan grande nos ha dejado.





"Abuela, siempre te llevaremos en nuestros corazones, nos has dejado una cosa muy grande que eso no nos podrá quitar nadie, los buenos momentos que hemos pasado a tu lado"



TE QUEREMOS.

1 comentario:

Cloti Montes dijo...

¡Qué bonito, Graci! Me has emocionado.
Bssssssssss
Cloti